Pensamiento y praxis para construir el socialismo en América Latina

martes, 15 de abril de 2008


Texto completo

GRAMSCI DE SUR A SUR

Gramsci de Sur a Sur
Gramsci, nacido en la isla de Cerdeña, al sur d e Italia, fue el filósofo , pensador y militante que siempre tuvo claro en que medida el capitalismo ,por su propia naturaleza, condenaba progresivamente en su avance a la desigualdad, a la exclusión y a la depredación, a los territorios, sobre los cuales imponía su dominio

Lo fue, en su época, el sur de una Italia, solo unificada geopolíticamente bajo el autoritarismo fascista. Hoy el “sur oprimido” se ha expandido planetariamente . Nuestra América de Sur es un ejemplo de una cartografía que ha sido expandida y violentada. México y los pueblos caribeños participan de esa misma condición del sur, en tanto espacio de violencia y al saqueo permanente .

Pero el sur contiene, en su historia negada por el discurso dominante, grandes momentos en los que explotó un pensamiento libertador y se desarrollaron luchas, en las cuales las derrotas, dejaron sin embargo un mensaje mesiánico ( parafraseando a Walter Benjamín) de un sentido solidario, ético y emancipador)

La Asociación Gramsciana, cuyos estatutos serán incluidos en la segunda sección de este portal, intenta reunir a aquellos pensadores y luchadores sociales y políticos, que asumen la validez praxística, en sentido amplio, de un pensamiento que está vivo en una obra escrita que nunca ha sido valorada en su enorme potencial como pasión y razón para confrontar el Poder hegemónico y desde emancipación latinoamericana fracturar el dominio imperial en el mundo actual de la globalización .

La creación de este espacio responde a la necesidad de darle a la Asociación Gramsciana, una proyección que no solo suponga profundizar en el pensamiento y la acción de Antonio Gramsci, en su obra escrita.

Pensamos que “conocer a Gramsci”, es solo posible en la medida que reflexionemos y actuemos en la vinculación de sus ideas con la realidad viva de los movimientos de resistencia que hoy luchan por la emancipación latinoamericana

Los 400 obreros de Zanon, avanzada de mas de 200 empresas recuperadas, los sesenta mil habitantes de barrio Maria Elena ( Pciade Buenos Aires), movimientos asamblearios, 15 años de lucha de desocupados y petroleros en el sur argentino, piqueteros de presencia militante, un millon y medio de trabajadores sin tierra en Brasil, nuevos sindicatos que intentan romper los moldes e imponer la lucha política por la civilidad en Argentina, Los consejos populares y el nuevo sindicalismo que en los barrios populares luchan contra la corrupción de los ficcionales nuevos partidos y los burócratas, en Caracas y en de toda la República Bolivariana para intentar construir una nueva hegemonía, Los maestros de Oxaca y las Asambleas Populares que juegan su vida para recuperar el patrimonio de la memoria, la tremenda potencia de los movimientos étnicos de las naciones originarias, desde Bolivia, Perú, Ecuador hastaChiapas
Invitamos a militantes de todos estos movimientos a acercarse a este espacio, a estudiantes y docentes de las universidades y de las instituciones del campo educativo en luchan contra el pensamiento único y contra la violencia el fascismo y el autoritarismo explícito o encubierto en el poder institucional y el tejido social

Pero esta también es una invitación a nosotros mismos, en el sentido de estar al lado de todo movimiento de resistencia, donde los hombres y las mujeres de nuestro país y de nuestra América, que recuperan en el presente la fuerza de la memoria de todas las historias de los que lucharon por una sociedad de mujeres y hombres ,libres iguales y solidarios realizados en lo lo humano de un nuevo socialismo como momento ético-político.

En esta primera entrega del Portal “ Gramsci de Sur a Sur, pensamiento y praxis para la construcción del Socialismo Latinoamericano” hemos seleccionado textos casi todos muy recientes sobre todo, algunos de los que fueron discutidos , en el único homenaje que en 70 aniversario de la muere del filósofo y militante italiano, en el ámbito académico se desarrolló en nuestro país, con el apoyo de dos universidades la Universidad de Mar del Plata y la Universidad de Buenos Aires .

Dado que aspiramos a convertir este espacio en un ámbito de discusión argentino y latinoamericano, consideramos oportuno reservar otros textos, también de fuerte y polémico contenido conceptual, así como referencias sobre bibliografía fundamental gramsciana, para otras entregas. Por lo tanto invitamos nuestros lectores, a la opinión, el debate y las propuestas , no solo sobre los contenidos escritos de los textos que estamos presentando, sino también sobre un programa de trabajo que la Asociación Gramsciana comenzará a desarrollar en mayo, con los movimientos sociales de resistencia




Antonio Gramsci, como Walter Benjamín, son pensadores y un militantes que piensa y actúan ( aún mas allá de su muerte física) con el pesimismo de la razón y optimismo de la voluntad, con la pasión de los oprimidos contra la violencia de los opresores. Ambos expresan esa penetrante potencia de la filosofia negativa que lo es en tanto descodifica los imaginarios con que el pensamiento hegemónico construye permanentemente para naturalizar nuestra exclusión y nuestra servidumbre al mundo de poderosos

El potente sentido iluminador que tiene el discurso gramsciano para América Latina en general y para nuestro país en particular devela la triste continuidad del poder a una sociedad política que ahoga la civilidad con el poder de la corrupción, el vaciamiento ético y el poder de las armas, ha a sido captado desde los mas extraños y opuestos lugares

En enero de 1991 el periódico L´ Unitá ( ex PCI, actual Partido democrático de Izquierda), publica un número especialmente dedicado a reinvindicar al Gramsci, como el único fundador del Comunismo italiano y denuncia que por su posición antiestalinista, fue aislado en la cárcel por sus propios compañeros de partido y “olvidado”,por su compañero y amigo cofundador Palmiro Toglatti.

Algunos pocos años antes, en 1987 diciembre en la ciudad de Mar del Plata (Argentina), se reúnen, los sicarios institucionales uniformados de un poder aún vigente.Según la información del semanario “ El Periodista” (8 enero de 1998) En el “Informe final de la Conferencia de Ejércitos Americanos, se advierte que... el pensamiento del filosófo italiano Antonio Gramsci y el pensamiento de la teología d ela Liberación son los dos sustitutos mas peligrosos de los fenecidos guerrilleros porque practica un peligroso tipo de infiltración a través dela cultura de masas y la religión...”

Es evidente que estos “reconocimientos” desde escenarios tan opuestos y desconectados, muestran como la palabra gramsciana sigue vigente y perdura mas allá de las degradaciones de aquellos que con distintas intenciones en algún momento lo invocaron.

Recordar a Gramsci a 70 años de su muerte, desde cualquier lugar de esta sociedad globalizada al comienzo del tercer milenio, no puede ser solo la manera de recordatorio u homenaje hacia un “gran filósofo del pasado”. De esta forma estaríamos, reincidiendo, en las equívocas propuestas de ciertos teóricos de la posmodernidad ,afanados en reducir la historia a la cronografía y su lectura a la inmovilidad de las “huellas” o los “monumentos” A los que hoy han sido colocados en los escenarios culturales, académicos y universitarios, como expositores de lo “nuevo, como un absoluto desde el cual quedan abolidos el sujeto histórico y su pensamiento armado por la razón crítica.
.
Como ya argumentáramos en un texto anterior (Ver AAVV Gramsci en América Latina del Silencio al Olvido. Tropikos 1991). Gramsci es un “migrante literario” prematuro. Quizas la primera traducción a un idioma extranjero –al poco tiempo de su aparición en Italia – se hace en Argentina y ven la luz en los inicios de la década del 50 “Los Cuadernos de la Cárcel”. Su destino no difiere de la penuria masiva de la mayoría de los migrantes iniciales de 50 o 60 años atrás. Pero su futuro será aún peor. El inmigrante se convertirá con el tiempo en parte constitutiva y fundamental de las nuevas sociedades. El pensamiento de Gramsci, será solo una curiosidad para los movimientos socialistas y comunistas. En algunos casos tímidamente rescatado en ciertos claustros académicos universitarios, pero siempre marginado de lo que fue la intención el destino de su palabra escrita: la de insertarse en la sociedad real, a través de los movimientos políticos que tratasen, cual “moderno príncipe”, de lograr su transformación orgánica y profunda.

Habíamos afirmado en las primera páginas de este prólogo que una de las premisas sustantivas de la filosofía de la praxis es la que el hombre adquiere la capacidad de “pensarse a si mismo”. Lo cual equivale a pensarse a su relación con el otro, o sea socialmente. El hombre es persona y el pleno desarrollo de su “yoicidad” le permitiría moverse con certidumbre racional y potencia afectiva, en tiempo presente y con sentido histórico.

El hombre latinoamericano fue descalificado para este ejercicio. La conquista y posterior colonización, subhumaniza al antiguo habitante de la América Pre-Colombina. Este proceso tiene su génesis en el descubrimiento, y se prolonga en el asentamiento colonial. La certidumbre de que las culturas precolombinas latinoamericanas en toda su heterogeneidad (desde las grandes culturas de mesetas hasta tribus primitivas semi-nómadas), se definen por un “ethos” y una estructura sociocultural muy diversas a las predominantes en Europa en la época de la conquista, sólo puede ser ignorada desde los arqueotipos ideológicos de la antropología evolucionista del “continuo folk.- urbano”, en tanto modelo aurocéntrico dominante.

Hombre cuya subjetividad está plena de confusión. El aniquilamiento de las etnias primitivas, será un trasfondo remoto pero no inocuo a esta confusión. El oscuro ancestro del violento colonizador- conquistador, las turbulentas guerras civiles, sin las características de las luchas sociales que generaron el contractualismo y las grandes revoluciones europeas de los siglos XVII y XVIII, son una suma de situaciones históricas precondicionantes. Son la base del vaciamiento de una subjetividad que impide la existencia de la memoria histórica, o sea la condición sine-qua non para la utopía y el proyecto étnico-político transformador. Pero esta subjetividad no está en blanco, tiende a ser el soporte necesario para la mimetización a la que aludimos antes. Se observan normas y propuestas de acción comunicada por el mundo dominante externo, accesible en el espacio interno a su mundo. Oscilará entonces entre la frustración y el consiguiente despliegue narcisista pasivo en la sumisión, o en la explosión de la violencia fragmentaria, individualista y compulsiva, que tiende a destruir ciegamente el objeto de realización que se le niega en su propio espacio. La inaccesibilidad a los objetos que han sido inducidos a desear, lo convierte en un insaciable y a veces desesperado buscador de espacios donde ilusoriamente encontrará por fin la posibilidad de concretar su deseo. El latinoamericano, es desde esta perspectiva un “migrante permanente”, del campo a la ciudad, de la pequeña ciudad a la gran ciudad, del pequeño y pobre país, al también relativamente pobre, pero visualizado como el “gran país limítrofe”. Un exiliado de su origen, por razones económicas o políticas, un hombre que está de paso, en tránsito y que padece el desarraigo. O sea, que su propia memoria está abolida.

La masificación en nuestra sociedad tiene una esencial condición en la cual el desarraigo es una clave básica. Esto unido a la errática y diferenciada movilidad social, a la debilidad endémica y originaria del proletariado, hace que la lucha política esté sometida a un patrón compulsivo y repetitivo de relaciones autoritarias. El filósofo latinoamericano legitima este autoritarismo desde la misma fundación del Estado a través del positivismo. La continuidad de la autocracia en el poder es también la ruta del pensamiento filosófico político, dirigido a lograr la hegemonía de la dominación política. El “intelectual orgánico,” que es para Gramsci el protagonista de los múltiples niveles de creación y acción de la “filosofía de la praxis”, sólo aparece en momentos fugaces en la historia de nuestra vida política. Por el contrario, muchos de los que aspiraron a cumplir este cometido adscrito al proyecto de “reforma intelectual y moral”, se convirtieron en eficaces ideólogos y “funcionarios de consenso”.
Así, el recobrar la palabra gramsciana es poner al descubierto un gigantesco lugar vacío en la región latinoamericana.
El lugar de la sociedad civil no nacida. Y denunciar la vigencia de una pasión a pesar de la debilidad, de la incapacidad de aquellos que debieron ser catalizadores de la conmoción y la transformación radical del “sentido común” rutinario: los intelectuales orgánicos como sujetos de una sociedad civil capaces desde un “nuevo principe”de participar en la gestación una “nueva hegemonia”, en un proyecto de “reforma intelectual y moral”


Texto completo

JORNADAS NACIONALES DE FILOSOFÍA Y CIENCIA

MAR DEL PLATA - 21, 22, 23 y 24 de NOVIEMBRE de 2007

Facultad de Derecho - Universidad Nacional de Mar del Plata



MESA Y PANEL ANTONIO GRAMSCI Y EL SOCIALISMO POSIBLE EN EL SIGLO XXI EN AMÉRICA LATINA. (INMEMORIAN EN EL 70 ANIVERSARIO DE SU MUERTE).

Auspician

Proyecto Cátedra Libertadores, Instituto de Estudios Latinoamericanos y del Caribe y Asociación Gramsciana de la Argentina

Objetivos y Fundamentación
Mas allá del homenaje a un pensador y militante político en el 70 aniversario de su muerte, la reflexión y la acción de la filosofía de la praxis gramsciana es la única metodología para investigar la historicidad de una pasión y una voluntad política de cambio y transformación que hoy sacude a América Latina. Procesos que hoy se dan a través de la conmoción de los naciones originarias, el poder bolivariano, los movimientos sociales y políticos que recurren el poder de trabajo sin patrón y las organizaciones comunitarias territoriales, para combatir la exclusión y la violencia imperialista. Gramsci, profundiza en “Americanismo y Fordismo”, con genio anticipatorio sobre la voracidad productiva y consumista de la sociedad capitalista avanzada, su necesidad imperialista y la expansión mundial del “Estado de Excepción”, contemporáneamente expresada por W Benjamin, o sea la imposibilidad absoluta de la democracia dentro del capitalismo.
El socialismo es la única orientación final posible de los movimientos que hoy , en América latina, se confrontan en diversos niveles de resistencia al discurso y la acción del Poder hegemónico. De todas maneras no es un modelo político previsible. Debe distinguirse abiertamente de las representaciones políticas que se intentó desarrollar en el pasado.La cuestión fundamental está en que, como afirma Gramsci, cualquier proceso de construcción revolucionaria socialista tiene que ver con la construcción de hegemonía desde la clase subalterna. Es necesario desarrollar formas de relación político social, que exalten la horizontalidad demócratica participativa, rompan con los liderazgos autoritarios y revinculen a cada individuo, con su subjetividad critica, desde la convicción de que su poder para construir un nueva hegemonía, sólo| puede desarrollarse desde la vinculación con el “otro oprimido”, para construir “socialismo emancipador” sobre los tres pilares del perfil cultural político de la nueva hegemonía, Liberación , Eticidad e Igualdad Para el recientemente creado “Proyecto Cátedra Libertadores”, es fundamental estrechar vínculos entre los sectores de la educación y los movimientos de resistencia contrahegémonica en todos sus niveles. Iniciado ya en Argentina Venezuela y Uruguay, con el apoyo de universidades europeas, y en gestación otros países de América latinaSu objetivo principal es el de intentar formar una masa crítica de profesores ygraduados para el Gran Proyecto de una América Latina solidaria y autónoma.
Por eso convocamos a una Mesa abierta a todos los ponentes interesados, durante la mañana, y un Panel en horas de la tarde al cual se han comprometido figuras académicas y de los movimientos de resistencia significativas de nuestro país, la República Bolivariana de Venezuela y de la Republica Oriental del Uruguay.
Taller sobre Antonio Gramsci

La subversión de la praxis

Antonio A. Sanles (UBA)


Más allá del imperio y del imperialismo: el Orden Global desde las perspectivas Neo gramscianas.

Alejandro Medici (UNP)



Democracia de Bases

Mauricio Torme (UBA)


Hegemonía y contrahegemonía en la fábrica, consenso o resistencia a la explotación. Dos fábricas diferentes de trabajadores industriales: Siderca y ex Jabón Fedeal

Laura Meyer (UBA)


PANEL "Antonio Gramsci y el socialismo posible en América Latina en el siglo XXI"


Hugo Calello (UBA)

Orietta Caponi (Ministerio de Comunicación, Venezuela)

Eduardo Grüner (UBA)

Modesto Guerrero (PSUV. Venezuela)

Susana Neuhaus (UBA)

Aldo Romero (Revista Herramientas)

Federico Schuster (UBA)

Luis Pablo Slavin (UNMdP)

Texto completo

GRAMSCI Y EL SOCIALISMO EN AMÉRICA LATINA, LA RAZÓN Y LA PASIÓN EN LA DEMOLICIÓN DE LOS MITOS

Hugo Calello hugocal@fibertel.com.ar


I

GRAMSCI. PASIÓN Y RAZÓN CRÍTICA CONTRA LOS MITOS DE LA HEGEMONIA


Decíamos en un texto de reciente publicación
“El socialismo en el bloque histórico Latinoamericano, debe construirse desde la profunda revisión crítica de aquello que, en el pasado distante y reciente, en lugar de poner en vigencia praxística la memoria de la luchas de clases emancipadoras, cayeron en la irreflexión de las prácticas ciegas, en la desesperación de imitar los héroes que dibujó el pensamiento mítico, para profundizar y extender su hegemonía.

Es decir que contribuyeron, desde las falsas polaridades, a fortalecer la hegemonía planetaria del capitalismo Tal es así que su construcción deberá distinguirse abiertamente de las representaciones políticas que intentó desarrollar en el pasado. Esas cadenas solo se rompen construyendo política y filosofía de vida, contra el fatalismo de ignorar que la invisibilidad de lo que nos ata, nos ha convertidos actores cosificados manejados por los hilos del poder. La cuestión fundamental está en que, como afirma Gramsci, cualquier proceso de construcción revolucionaria socialista tiene que ver con la construcción de hegemonía desde la clase subalterna y solo desde este lugar. Esto exige desarrollar formas orgánicas de relación político social, que exalten la horizontalidad demócratica participativa, rompan con los liderazgos autoritarios y revinculen a cada individuo, con su subjetividad crítica, desde la convicción de que su poder de cambiar las cosas es el poder de asociarse con el otro, sometido también a la condición de oprimido, para revertir esta situación. (Calello 2007)

Cuando G. habla de BH se refiere en generalmente espacio donde un sobre estructura y un estructura se mantienen conflictivamente como unidad espacio temporal. De ahí que es un bloque , en su estructura y su sobrestructura contienen una historia común que a la vez contiene múltiples historias distintas diversas apuestas que en los momentos de crisis amenazan desbordarla , porque la historia “común” está pensada y construida para desde ella mantener el poder de dominar de la sobrestructura sobre la estructura.

En la sociedad capitalista globalizada es evidente que el pensamiento hegemónico para mantener su vigencia debe dominar sobre regiones de un alto nivel de diversidad .esta diversidad a hace que todo bloque histórico nacional sea un problema en si mismo, con una dinámica propia, que muchas veces genera episodios de búsqueda de liberación de acuerdo a su extensión profundidad pueden conmocionar el dominio de la sobre estructura y su núcleo hegemónico, a nivel de cada país, regional y de acuerdo a su proyección duración y expansión planetaria. Pero antes de seguir trabajando, en los tres temas centrales de este artículo el Bloque Histórico, la Hegemonía y la potencial construcción del Socialismo, vamos discutir e intentar clarificar los conceptos sobre los cuales estamos trabajando . Con ese objetivo citamos algunos párrafos escogidos un texto anterior. (Calello 2003)

“ El BH como "modelo" parece clarificar alguna de las más importantes dudas que podría acarrear el uso y "abuso" del concepto original marxiano de "modo de producción" El sentido reductivista del concepto asociado incorrectamente a lo ëstrictamente económico se extingue porqué:

1) El concepto de bloque expresa los límites dentro los cuales juegan las contradicciones gestadas entre la "sobrestructura y la estructura",sin caer en facilismos deterministas y causalismos irreversibles. Dentro de cada espacio de un Bloque Histórico determinado,las relaciones entre sus niveles expresan una actividad dinámica e interactuante que surge de la complejidad de un presente, cuyo núcleo central esta integrado, por la historia viva, también en forma relativamente explícita o latente las tendencias hacia el cambio, hacia la transformación , hacia el futuro.

2) "Lo histórico" no es la masa de acontecimientos inertes acumulados cronológicamente. Es aquello que del pasado,se integra activamente en el presente ,lo afecta,pero sin determinarlo. Su existencia, combinada con lo significativo de la cotidianeidad, es lo que permite detectar las posibilidades de cambio de transformación. Este tipo de "historicidad",le da sentido a la totalidad, la delimita en función de la especificidad del momento coyuntural .Es el contexto referencial en el que se constituye el ":Tiempo presente" de cada Bloque Histórico, desde el cual se puede indagar sobre su extinción y sobre su reconstitución. Para Marx la história, no solo condiciona las "relaciones de producción" (lucha de clases),sino que tambien impregna las fuerzas materiales ,dinamizadas por la inventiva inagotable del trabajo humano.

Gramsci dice ( Notas sobre Maquiavelo... p36)

“La política es acción permanente y da nacimiento a organizaciones permanentes en cuanto se identifica con la economía .Pero esta última se distingue también de la política,y por ello se puede hablar separadamente de económía y política,y se puede hablar de"pasión política"como impulso inmediato ala acción, que nace en el terreno órganicoy permanente d ela vida económica,pero que lo supera haciendo entrar en juego sentimiento y aspiraciones en cuya atmósfera incandescente, el mismo cálculo sobre la vida humana individual obedece a leyes diferentes de las que rigen el pequeño interés individual"

Gramsci ha desarrollado en profundidad la instancia ideológica dentro del bloque histórico

En el "espacio ideológico" de la cultura de masas dominante -dentro del aparente "vacío anómico"- la ideología remanente del pasado, punto de apoyo del sentido común, la ideología racional que es la que tiene la hegemonía o sea la dirección política y cultural de la sociedad,y en confrontación con ambas la embrionaria ideología de la transformación, cuya presencia y poder estarán en relación directas con las fuerzas orgánicas que las sostiene en el nivel estructural-social del B.H..Estas tres fuerzas sintetizan en su relación contradictoria la situación por la que transita un determinado bloque histórico, su posible perdurabilidad y la dirección tendencial de su destrucción y reconstrucción.Dentro de la terminología gramsciana el momento ético-político es el momento de la enemergencia de una nueva conciencia social y política, que, al diluir la relación élite masas, destruye el poder hegemónico que se apoya la cultura de masas contextualizadora y sostenedora del momento productivo,y naturalmente la hegemonia del sector que ejerce la dirección política y cultural d ela sociedad Al respecto dice Gramsci...(Quaderni,pg 1427)

"es ilusorio y erróneo pensar que el mejoramiento ético pueda ser puramente individual,la síntesis de los elementos constitutivos de la invidualidad es ïndividual":ella no se desarrolla sin una actividad hacia el exterior modificadora de las relaciones exteriores, en los diversos círculos sociales en los cuales se vive,hasta la relación máxima que abarca todo el género humano. Por eso se puede decir que el hombre es esencialmente político, porque la actividad para transformar y dirigir concientemente a los otros hombres, se realiza sobre la "humanidad", sobre la "naturaleza humana"

4) Los analísis de Gramsci sobre el Estado capitalista,representana la vez continuidad y superación sobre las tesis de Lenin,sobre todo en su adecuación a la nueva realidad del capitalismo europeo ,en los años 30.Lenin(en "Ëstado y Revolucion") se refiere al Estado como una estructura sobreimpuesta, desnuda y visible, en su función de coacción sobre la sociedad civil.Se refiere al Estado zarista,que había mostrado toda su corrupción, su impotencia y su carácter represivo mermado por la derrota ante el ejercito alemán.. De tal manera la consigna "..todo el poder a los soviets..."era la única respuesta válida para construir en la sociedad civil la nueva sociedad política,el"nuevo estado revolucionario". Gramsci entiende que esta estrategia ,válida para la Rusia de 1917,estaba fuera de tiempo histórico para la Italia de los 30.Para G. el sustrato del estado capitalista italiano de esa época, y también el de su superación, está en la actualización histórica de las tesis expuestas por Maquiavelo, en su obra Ël Prícipe. G. lo extrae desde su condición de propuesta unificadora de la conciencia del pueblo italiano , en el SXVI, y lo proyecta como alternativa presente a través de "nuevo príncipe":

"El moderno príncipe debe tener una parte destinada al jacobinismo en cuanto a ejemplificación de como se formó,y operó en concreto una voluntad colectiva que al menos en algunos aspectos, fué una creación"ex novo", original (Gramsci. "Notas"... pag 29J.P.Edic.México 1978).

Desde este punto de vista, el papel de la ideologia ,es el de ocultar la lucha por la hegemonía a la sociedad civil. El filósofo político es el único capaz de penetrar tanto la arquitectura,como la dinámica del BH, de examinar el carácter de (inorgánico u orgánico) de la crisis a través de análisis de sus contradicciones.Un ejemplo de este análisis es el que hace G. de los "Estados de excepción"

En general, el "Estado de excepción"se define porque la burguesía devela su verdadero interés económico en la medida que entrega su "natural" forma de dominación política (la republicana democracia) a un líder autoritario, que aparentemente aumenta la autonomía del Estado con respecto al acuerdo de clases dominantes, al mismo tiempo que elimina los organismos formales, otorgadores de consenso. Desnuda lo que Gramsci ha llamado la forma esencialmente represiva del Estado.



Metodológicamente la secuencia del análisis gramsciano podría enunciarse de la siguiente forma: situación de crisis del Estado capitalista republicano, impotencia de las clases subalternas para pasar del momento económico al ético-político o sea impotencia del partido(fusión de clases proletaria e intelectuales orgánico-revolucionarios) para desarrollar el pasaje del momento económico al ético-político-incapacidad de las clases dominantes-para constuirse en "hegemoníca", incapacidad para gestar, además, un sólido frente de alianzas que impida el vacio de poder consecuencia "equilibrio catastrófico"; resolución del conflicto a través de un régimen donde se reestructura el bloque histórico de la dominación a través de un modelo autoritario corporativo encabezado por un líder que obtiene el consenso rutinario de las masas a través de su cualidad mítica de ser el "hombre providencial." .En realidad, Gramsci sistematiza, -estableciendo una generalización capaz de abarcar momentos históricos específicos de las sociedades actuales-, el memorable análisis que Marx hace en un texto clásico para la Metodología del materialismo histórico:El 18 de Brumario de Luis Napoleón Bonaparte. En dicho ensayo Marx logra en 128 páginas estructurar una verdadera lección de aplicación de su modelo, en la explicación del agotamiento del resurgimiento de las formas republicanas, en la historia de Francia desde 1848 a 1851, o sea, hasta la instauración del "bonapartismo".



Para completar lo que sería el cuadro anticipativo del capitalismo actual (Neoliberal y multinacional)Gramsci , desde el texto que estamos comentado, define con pincelada sutil lo que sería la carácterística mas oculta y fantasmal de la sociedad moderna. Su escamoteo de la propuesta básica de la Modernidad: la universalidad de la libertad en la sociedad humana.El desarrollo del capitalismo exige la progresiva sumisión de la libertad del hombre a la estructura productiva. Gramsci no vive la revolución tecnológica ,pero es evidente que la presiente al intuir la mecánica futura de un mundo dominado por ella. La ausencia de un proceso histórico como la revolución francesa, marcará indeleblemente,la futura relación de las masas con el poder Esto se dá en la región del planeta en la cual el capitalismo se desarrolla con su máxima potencialidad industrial, preparado ya para globalizar la desigualdad progresiva, a través de su expansión imperial y multinacional.”

La extensa cita que hemos introducido , en realidad apunta a dar una visión general de la teoría gramsciana y al mismo tiempo a colocarnos en el campo que nos interesa, el de las claves de la superación del capitalismo y la construcción del socialismo en Latinoamérica

¿PORQUÉ GRAMSCI ?

Algunas de las razones mas significativas para rescatar el pensamiento de Gramsci como clave para construir el socialismo en América Latina



Gramsci, un pensador fundamental, para desenmascarar el imaginario hegemónico y para construir una cultura contrahegemónica.



En diciembre de 1987 ( ver El Periodista, Bs. As. enero 1988) en el “Informe Final de la conferencias de Ejercitos Latinoamericanos” se advierte que “ el pensamiento d el filosofo italiano Antonio Gramsci y el de la teología d ela Liberación , son los dos sustitutos mas peligrosos de los fenecidos movimientos guerrilleros, porque practican un peligroso tipo de infiltración a través de la cultura de masas y dela religión.

La inteligencia militar en este caso , no puede ser subestimada. No en balde ellos salvo raras excepciones han preservado la dominación imperialista sobre la sociedad latinoamericana y su quebrantamiento y fragmentación como bloque represor en ante a pesar de la privatización progresiva de la violencia ,esta etapa de dominio actual dela globalización

Pero claro esta inteligencia es limitada En su ideológico lenguaje aciertan en el tema cultural pero se equivocan al hablar de infiltración en la cultura de masas. Es infiltración todo aquello que se introduce subrepticiamente para cambiar el sentido de un proceso o movimiento .La peligrosidad del pensamiento de Gramsci no está en infiltar la cultura de masas, porque esta como dice Adorno es una producción industrial( ver Horheimer y Adorno..La Industria Cultural) destinada mantener la vigencia del Pensamiento Hegemónico, a través d la impregnación del hombre masa por un sentido común que anula su capacidad de pensar en la medida que le hace ver como natural, la miseria de los otros , la violencia sobre los otros, la muerte masiva de los otros. Porqué para el hombre masa los otros son los oprimidos porque el es elegido para consumir para gozar con las ilusiones d e felicidad que se le ofrecen. Por eso le hombre masa odia con ferocidad a aquellos que supone que son obstáculo para la felicidad ilusoria que le ofrece el Imaginario de la sociedad capitalismo. Son odiados los que el considera sus iguales , porque son ,para el competidores pero son mas odiados los extraños, los que pretenden descodificar los mitos que ,constituyen los ejes alrededor del cual se aglutina esa masa imbuída de práctica ciega . Esto explica porqué la sociedad planetaria se impregna cada vez más de indifirencia hacia el otro , de ausencia y retroceso de las formas solidarias, de violencia criminal ´privada que justifica la violencia de los organos represores estatales de tal manera que se va configurando un Estado de Excepción sin sanción legal. En esto coinciden autores no marxistas como Giorgio Agamben , sobre el cual hemos argumentado extensamente en otros textos

Según el mismo Agamben este estado de excepción torna impracticable el ejercicio d e una verdadera democracia dentro del regimen capitalista. Siempre tiene que haber una alta cuota de personas, que no solo no son participantes en el consumo en y en las ficción formales del poder. Estas son marginales y son descartables y si es necesario deben ser aniquiladas para mantener a flote la gobernabilidad .

Gramsci comó los latinoamericanos , fué un “oprimido” en una región del capitalismo subordinada al imperialismo nacional y trasnacional, de ahí el valor de sus reflexiones sobre la construcción del socialismo en América Latina


Deciamos en un texto anterior- (Calello 2003, 26)


“ La niñez y la adolescencia de Gramsci ,vividas en su isla nativa,están signadas por las dificultades,que acompañaran siempre al filósofo a lo largo de su agitada vida. El encarcelamiento del padre,la caída que lesiona su columna vertebral y lo marca desde la niñez con el estigma de la deformidad física,las privaciones y la pobreza ,son obstáculos que debe vencer su poderosa inteligencia y el poder de su voluntad forjada, desde estos primeros y difíciles años de su vida. Permanece, hasta terminar la escuela secundaria,(liceo)en Cerdeña donde obtiene la licencia liceal. A los diecinueve años escribe, un notable ejercicio literario:"Opresores y Oprimidos"(1).En este ensayo demuestra ya, excepcional madurez. En él se resume la experiencia,del joven estudiante, que remonta el regionalismmo natural de su experiencia de vida,y desarrolla un análisis sobre la universalidad de la desigualdad sorprendente contextualidad en el cual se ya asoma el genio del futuro político y filosófo”

Cualquier latinoamericano que nace en el seno de los sectores mas altos y medios d de la gran clase subalterna , se ve sometido , a condiciones d e vida por lo menos similares a las que debíó afrontar el filosófo y militante italiano. Sin embargo la globalización actual, ha multiplicado los mitos que dentro de imaginario fortalecen y perduran el poder hegemónico. Así como en Venezuela predominó durante durante mas de 40 años el mito de la constitución de una verdadera democracia a partir del Pacto d e Punto Fijo, que condujo a una cada vez mayor marginalidad y pobreza crítica desde la corrupción, -que parece ser genetica en las élites latinoamericnas - cada vez mas impune de los dos grandes partidos que se sucedían en el poder Acción democratica y COPEI En Argentina, al Mito de la Argentina Potencia bajo el poder oligárquico hasta los 40 . Sucede gran el mito populista del pueblo al poder que parece perdurar hasta hoy. Atravesando la monstruosa intermitencia de la dictadura genocida y el saqueo neocolonial facilitado no solo por el cipayismo entreguista del menemismo , sino tambien por la sucesión aliancista. Pero como sosteníamos en el texto citado citado anteriormente

“Asi como sucedió con la Revolución francesa, inmediatamente apresada por la antirevolución burguesa, o sea el retroceso a un estado conservador, en el cual el ciudadano despótico, al gobernar por el terror, asesina la apenas nacida soberanía universal de la humanidad, el socialismo de la revolución bolchevique, es estrangulado por la antirevolución estalinista, que reconstruye una potente fantasmagoría sustituyendo (aparentemente) el dogma religioso, por la obligación de la sumisión a una nueva “fé proletaria”. La reflexión es obvia; la reversión de una idea fuerza que impulsa una revolución para conquistar la igualdad entre todos los hombres, hacia un sentido opuesto, genera un nuevo Mito justificador de la nueva desigualdad.(Calello 2007).

Los mitos que preservan al capitalismo también rebrotan como residuos perversos en pequeños o grandes movimientos que se definen como contrahegemónicos. Se apropian de los espacios subjetivos individuales y sociales, generan formas orgánicas , que trastocando su praxis inicial se convierten en ilusiones engañosas que desde el extremismo militarista y el caudillismo verticalista populista que repiten jerarquías y estructuras masivas y clientelares. Este travestismo es típico en el Bloque Historico de muchos países latinoamericanos. Sobre todo, en Argentina, Venezuela . Brasil y México
Los espacios de conflicto que se abren en América Latina son un multiplicidad de relámpagos que, para construir el socialismo, tienen que articularse perdurarse en la revolución, desde una reforma intelectual y etica permanente

Podríamos afirmar que solo así se podrá desarrollar la praxis para la construcción de la democracia y socialismo y por consiguiente la destrucción del capitalismo

Rememorando otra vez a W. Benjamín. Podríamos definir a los espacios de conflicto que los oprimidos que buscan liberarse, generan en América Latina, son relámpagos que iluminan no solo la conciencia de la explotación y la violencia que existe en el presente sino su historicidad, definida por el como la sucesión de catástrofes que los mitos del capitalismo quieren hacer pasar como progreso. Todo movimiento liberador por mas reducida que sea su dimensión y su existencia se construye sobre una huella no visible ,y desde ella se proyecta hacia la emancipación , cuando la represión logra extinguirlo, las heridas y las muertes pueden ser ocultadas por las construcciones míticas de la historia fabulada . Pero ese borramiento no lo elimina en tanto fuerza ética política del bloque histórico. Solo lo reprime , parafraseando a Freud . Su resurgimiento está ligado a la capacidad de los sujetos históricos oprimidos para poner en un nuevo momento la fuerza de su eticidad y solidaridad, para confrontar el poder hegemómico. Esta es la única posibilidad de recuperar la memoria en un sentido revolucionario .Desde esta perspectiva la potencia del nuevo momento liberador depende del equilibrio entre pasión y razón.



Gramsci, en los cuadernos de la Cárcel, discute la concepción de la “pasión” de Croce para explicar el movimiento de la sociedad en la historia, utilizando con sólida agudeza filosófica y política la concepción soreliana del “Mito” a la cual define como abstracción expresada en la adversión como extrema “forma pasional de repugnancia ética”, de Sorel por los jacobinos. Los cuales para Machiavello, sostiene Gramsci, son, en su significado integral y conceptual, un aporte original exnovo a la voluntad política colectiva

No hay duda que los movimientos de resistencia que se producen en la actualidad del bloque histórico latinoamericano contienen en mayor o menor medida de acuerdo a la diversa inserción cultural de los primeros libertadores residuos de violencia de los oprimidos en la Revolución francesa, trató de representar el jacobinismo. Sin embargo ese “aporte original a la voluntad política colectiva”,en América Latina, si diluye , porque precisamente, la fragmentación, la exclusión , y una masificación destinada a encubrir la miserias y la brutalidad de opresión , vacía la subjetividad e intenta romper todo lazo social y político indispensable para constituir lo colectivo

La construcción del socialismo del SXXI solo será posible si logramos arrancarnos de lo G.ramsci llama el momento productivo para construir el ético político Deberá afrontar la eliminación del Estado de Excepción, ,que explícitamente desde gobiernos militares y en forma encubierta en los civiles, ha sido la garantía de perduración del imperialismo. Esta es la condición fundante de la instauración de una sociedad igualitaria y democrática incompatible con el capitalismo..

Como afirma Gramsci , cualquier proceso de construcción revolucionaria socialista tiene que ver con la construcción de hegemonía desde la clase subalterna. Esto exige desarrollar formas orgánicas de relación político social, que exalten la horizontalidad democrática participativa, rompan con los liderazgos autoritarios y revinculen a cada individuo, con su subjetividad crítica, desde la convicción de que su poder de cambiar las cosas es el poder de asociarse con el otro, sometido también a la condición de oprimido, para revertir esta situación. Solo así el relámpago, perdurará en la luminosidad del socialismo emancipador construido sobre los tres pilares de perfil cultural político de la nueva hegemonía, Liberación , Eticidad e Igualdad


II.
DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA AL SOCIALISMO EN EL SIGLO XXI
“El camino del socialismo está sembrado de derrotas, sin embargo conduce paso a paso hacia el triunfo definitivo” ( Rosa de Luxemburgo)


Ya hemos explorado en otros textos el complejo proceso que vive la sociedad venezolana ( Ver “Gramsci del Americanismo al Talibán II, 2007 y “Hegemonía y Emancipación”.2006), en este articulo vamos a referirnos al contexto histórico político y la significación de la derrota en el referéndum sobre la reforma constitucional , en el proceso de construcción del socialismo en Venezuela y América Latina



LOS MITOS QUE DESTRUYE EL PODER BOLIVARIANO

EL punto de partida de este proceso está en la palabra de Chávez , que “ilumina”, el 80 por ciento d e una sociedad que había permanecido, desde el pacto de Punto Fijo, enajenada en la oscuridad sobre su sometimiento a la desigualdad y exclusión

El primer Mito que queda aniquilado es el de la solidez de la “democracia representativa” y también de las fuerzas políticas que intentaron reemplazarla por formas de poder“revolucionarias”. El pasado reciente muestra que no solo las estructuras formales electivas generadas a partir del Pacto de Punto Fijo, fracasan en su representatividad, si no que también lo hacen aquellos que en un momento se autoproclamaron vanguardia armada de la sociedad oprimida. En general el fracaso de la lucha armada a partir de la revolución cubana, nos dice que nunca hubo detrás de las armas una voluntada colectiva extensa y profunda , con fuertes y perdurables raíces en al gran sociedad oprimida. Sin profundizar mas en ese aspecto- podríamos decir que la lucha armada pretendió tomar el poder sin ser una representación polifonica, es decir de las multiples voces de los oprimidos, solo los hizo desde una monofonía doctrinaria, que se desprendía de los conflictos de la propia clase política gobernante o con posibilidades de serlo, así surge el MIR de Acción Democratica,. el FLN del PC. y otros grupos de acción que deciden romper con las organizaciones politicas que se ponian de acuerdo para diseñar y ejecutar los pactos para la gobernabilidad .. Su final estuvo en la muerte, la derrota y en muchos casos la asimilación al poder, sobre todo luego de la “pacificación”,bajo el gobierno de Caldera.

Chávez derriba otro mito que no solo parecía ser dominante en la sociedad venezolana, el del “fin de la política” Coloca la lucha política en el imaginario de toda la sociedad venezolana., despertando una voluntad colectiva adormecida por la naturalización de la desigualdad y la exclusión La oposición comete el error fundamental de diluir sus singularidades políticas y se masifica, en torno al falso referente de un monstruoso y despiadado dictador que va a cercenar todas las libertades. El fuerte acercamiento a Cuba lleva la oposición al delirio, un delirio construído sobre el sentido el sentido común” ( expresión cotidiana de la ideología que genera el pensamiento hegemónico),del hombre masa, que tiene como eje dominante en su imaginario el modelo del consumismo norteamericano centrado en el “paraíso mayamero”

. Los dos intentos de fallidos derribar el gobierno de Chávez, derriban en cambio el mito de la capacidad de supervivencia de la coerción de la vieja sociedad política , y lo que es mas importante refuerza decisivamente el poder de Presidente.
Entendemos que hay dos características dominantes en el lapso 1999-2004, la “guerra de los discursos”, que se hizo cada vez mas frontal y la progresiva fragmentación del poder, Es un escenario donde desaparecen los grandes y pequeños partidos políticos sustituidos por el poder de la diseminación mediática de la confrontación chavismo – antichavismo, sobre todo asentada en la continuidad de la fuerza de la imagen del Chávez como caudillo absoluto. En este contexto, es evidente que la figura de este, siguió siendo dominante aún como referente positivo y también negativo. Este ultimo es de capital importancia porqué la politica se ejerce “contra el caudillo” al cual se lo acusa de todo lo negativo que sucede en Venezuela. O sea que el caudillo sigue siendo la única representación política, aún para la oposición.
.
Pero a pesar de su “escualida” densidad política como alternativa nacional, la derecha venezolana, los grandes empresarios asociados a las trasnacionales del capital bancario siguen siendo siguen siendo los grandes beneficiarios de los 80.0000 millones de doláres anuales que maneja la empresa estatal del petróleo PDVSA, ahora arrancada a una “ autonomía”, que respondía a los intereses de la “vieja Venezuela “

El gobierno de la Republica Bolivariana, solo podrá sobrevivir si logra constituir el poder político desde la propia sociedad. El contraste con la inconsistencia de una política de un estado central poco consolidado, cuyos aparatos a veces contradicen y hasta obstruyen las directivas del Ejecutivo, los claroscuros de la masificación de la enseñanza en todos lo niveles, no pueden resueltos solo con los compromisos de sacrificio y mesianismo de las grandes “misiones educativas y asistenciales” Es evidente que las “misiones , tienden a por un lado a promover un justo proceso reparación de las necesidades básicas de los excluídos y , como ya lo dijimos antes, a la refundación de una de la soberanía popular, con un discurso antimperialista en el cual predomina el núcleo patriótico frente a lo que Chávez denominó el “neoliberalismo salvaje” Pero deben transformarse ,en políticas orgánicas de Estado y en motores reconstructores de la civilidad. La verdadera revolución no es la que se basa en un programa pólítico para las masas, solo buscando su adhesión y preservación. El estado de “masas” de una sociedad es volátil en tanto las masas siempre estan unidas por la sumisión al carisma. La revolución solo puede ser la culminación de un proceso de construcción de espacios contrahegemónicos en la sociedad, perdurables y capaces de articularse como una sólida estructura de poder político real en la sociedad civil.



El fracaso del Movimiento V República, derriba el mito de la posibilidad de construir instituciones democráticas y políticamente efectivas sobre la base de los partidos que se configuran a imagen y semejanza d e la tradición de los partidos burgueses, al mismo tiempo muestra la incapacidad de acción político de los pequeños partidos que florecieron, al calor de las posibilidades de poder que ofrecía la embrionaria nueva sociedad política .

Arribamos asi a la toma de una decisión que profundiza a niveles insólitos la primera fundación de una organización constructora de la nueva hegemonía los Consejos Populares que en la sociedad civil comenzó a ejercer con éxito el poder territorial de una voluntad colectiva desde la base de la sociedad, contra los tradicionales poderes Municipales que arrastran en V Republica, gran parte del autoritarismo caudillista y la corrupción típica de la IV república.

Nos referimos a la creación del PSUV, el Partido Socialista Unificado del Venezuela.

PARTIDO SOCIALISTA PODER COLECTIVO REVOLUCIONARIO O MITO AUTORITARIO

Comencemos citando a Gramsci

“Todavía los mas recientes desarrollos dela filosofía de la praxis el concepto de unidad entre teoría y práctica esta en un fase inicial , en la cual existen residuos de mecanicismo porque se habla de la teoría como complemento o accesoriode la practica (...) parece justo que esto deba analizarse históricamente como un aspecto de la cuestión política de los intelectuales (...)



Autoconciencia crítica significa histórica y políticamente creación de una elite de intelectuales, una masa humana no se convierte sola en independiente y no hay organización sin intelectuales, sin organizadores y dirigentes . Pero este proceso de creación de intelectuales es largo, pleno de contradicciones, de avanzadas y retiradas (....) Este proceso de desarrollo esta ligado a una dialectica intelectuales - masa. El estrato de los i. se desarrolla cualitativa y cuantitativamente , pero todo salto hacia una nueva cualidad y complejidad de este estrato esta ligado a un movimiento análogo en la masa que se levanta hacia niveles superiores d e cultura y amplia su cerco d e influencia, con avanzadas individuales y tambien de grupo hacia el estrato de inteletuales especializados Los partidos seleccionan la masa operante y la selección se dan tanto en el campo práctico como en el teórico conjuntamente con una relación cada vez mas estrecha entre teória y práctica en tanto la concepción es radicalmente innovadora y antagónica con los viejos modos d pensar .. Gramsci,Quaderni., 1386-87

El moderno príncipe , el mito príncipe, no puede ser una persona real. un individuo concreto, puede ser solo un organismo, un elemento de la sociedad complejo en el cual ya exista el inicio de concretarse un voluntad colectiva reconocida que se afirme en acciones parciales. Este organismo ya es ta dado por el desarrollo histórico y el es el partido político, la primera célula en la cual se resumen los gérmenes de la voluntad colectiva que tienden a devenir universales y totales

“En el mundo moderno solo una acción histórico político inmediata, e inminente, caracterizada por la necesidad de un procedimiento rápido y fúlmineo puede encarnarse míticamente en un individuo concreto La rapidez es necesaria ante la presencia de un gran peligro inminente que, en forma fulminante, enciende las pasiones y el fanatismo, aniquilando el sentido crítico y la corrosividad irónica que pueden destruir el carácter carismático del condotiero Una acción inmediata de esta naturaleza no puede ser de vasto alcance y de carácter orgánica, será casi siempre de tipo restaurador y reorganizador, no del tipo de fundación de nuevas Estados y nuevas estructuras nacionales y sociales (....),sino del tipo defensivo no creativo, ni original. “ (A. Gramsci Quadeni1977. pg1558)

Las dos citas de Gramsci se refieren a dos cuestiones que tiene que ver con su visión avanzada sobre el Partido de la revolución, capacitado para encabezar la reconstrucción con un sentido socialista, del Bloque histórico de la sociedad venezolana. Parafraseando a Maquiavello, Gramsci. define a este partido como un “nuevo príncipe”, encarnado no en un persona, sino en un organismo que expresa el poder de la voluntad colectiva. Para nosotros se trata de desarrollar una voluntad colectiva orgánica capaz de afrontar profunda transformación, aniquilando el poder hegemónico imperial, para desarrollar la hegemonía de la totalidad de la clase subalterna, construyendo al mismo tiempo un nuevo “bloque histórico”. Uno de los ejes fundamentales para llevar a cabo este proceso, solo victorioso si borra toda forma de subalternidad, es la destrucción del trabajo abstracto ( alienado) y por lo tanto la base productiva sobre la cual s e asienta el poder de la sociedad política del capitalismo nacional y trasnacional.



Los cinco mil batallones que constituyen la primera gran base deliberante, son solo el punto de partida de una propuesta orgánica que debe convertir el mito inicial en el motor sociedad política que pueda librar la batalla para desarrollar la igualdad y la democracia en la sociedad civil, libre de sus antiguos opresores.

Este paso inicial es ya insólito y sin precedentes en América Latina , aunque solo se pueda reunir el diez por ciento de los cinco millones que han manifestado voluntad de afiliación, en esta primera fase fundacional . Un colectivo de por lo menos 500.000 personas está movilizado y activo para discutir cuestiones que tienen que ver solo con la estructura orgánica y el funcionamiento del Partido, sino con una Reforma Constitucional, que afronta, entre otras, varias cuestiones fundamentales para el Socialismo en el SXXI como por e ejemplo la coexistencia de la propiedad privada con la creación de nuevas formas de propiedad colectivas, estatales y comunales, la abolición del trabajo alienado, a través d e miles de cooperativas y fábricas en cogestión y control obrero, la legitimación y legalización de un poder territorial participativo y comunitario a través d e los Consejos Populares, y el desarrollo de una educación para generar una cultura contra hegemónica y emancipadora. Entendemos que la reforma constitucional, por mas avanzada que sea en la letra puede quedar como una cáscara vacía , y permanente violentada ser violentada, sino se asegura su vigencia a través de dela construcción de un entretejido social y ético político, que convierta su contenido normativo en praxis política y social permanente.



Los Consejos Populares y el Partido Socialista Unificado deben avanzar en su proceso de conformación definitiva y luego en su consolidación territorial y política, en su combinación representan la base indispensable para sustento político y social a las reformas constitucionales una vez que estas sean aprobadas

De todas maneras la constitución de ambas organizaciones debe tener un sentido horizontal, democrático y participativo, supone para los batallones y los consejos populares una guerra de características complejas y que se esta desarrollando en varios niveles y en varios escenarios permanentemente interconectados



En el espacio interno a los batallones y consejos uno de los niveles de confrontación están en la lucha con la memoria y de las tendencias autoritarias basadas en la presuntas jerarquías políticas y culturales que han caracterizado las organizaciones políticas burguesas constituídos por líderes carismáticos y seguidores encandilados por el carisma-

La inteligencia, la capacidad política y el valor para defender y exponer las ideas pueden suscitar admiración y respeto pero nunca sumisión y como diría Adorno una práctica ciega tras el otro sin reflexión. Precisamente la desaparición del antiguo caudillismo clientelar, típico paradigma de la dominación en Venezuela y Latinoamérica desde la colonia hasta la constitución del IV República, es lo que aparece en la dinámica de los batallones que mas han avanzado-



En la afirmación gramsciana de las patas cortas que tiene el “condotiero”, cuando este aparece ante “ presencia de un gran peligro inminente que, en forma fulminante, enciende las pasiones y el fanatismo, aniquilando el sentido crítico y la corrosividad irónica que pueden destruir el carácter de su carisma. Una acción inmediata de esta naturaleza no puede ser de vasto alcance y de carácter orgánica”, se define con claridad meridiana esta necesidad de no subordinarse a los carismas que exaltan las invidualidades teñidas de heroicidad, por encima de la acción reflexiva y profunda del colectivo que es la única que puede producir transformaciones cualitativas perdurables, tanto de orden coyuntural como estructural. Otra vez la letra de los “Cuadernos de la Carcel”nos ayuda a clarificar esta cuestión

“Autoconciencia crítica significa histórica y políticamente creación de una elite de intelectuales, una masa humana no se convierte sola en independiente y no hay organización sin intelectuales, sin organizadores y dirigentes .” y mas adelante se reafirma . El estrato de los i. se desarrolla cualitativa y cuantitativamente , pero todo salto hacia una nueva cualidad y complejidad de este estrato esta ligado a un movimiento análogo en la masa que se levanta hacia niveles superiores d e cultura y amplia su cerco d e influencia, con avanzadas individuales y tambien de grupo”



Se comprende así como en el espacio de encuentro que significa en nuestro caso el Batallon y tambien en un sentido mas territorial el Consejo Popular, intelectuales y masa trasmutan la relación burguesa de desigualdad y adquieren una nueva igualdad basada en la identidad revolucionaria.

Esta identidad es una transformación profunda en lo personal, en la medida que cada individuo se pone en contacto con la realidad del Bloque Histórico y toma conciencia de la necesidad de su trasformación. Estamos así en un correcto punto de partida, en la piedra angular para la construcción del Socialismo. Sin embargo en el caso de la Republica Bolivariana y en el de América Latina en general, las fuerzas que se oponen son muy poderosas y no solo están operando desde el contexto de la externidad imperialista que domina la globalización.

En Venezuela es necesario tener claro que los Consejos Populares Comunales y el Partido Socialista Unificado tienen y tendrán que enfrentar, para convertirse en fuerzas político sociales revolucionarias que garanticen el cumplimiento de las Reformas constitucionales, enemigos formidables internos al propio régimen político de la V Republica . Estos muchas se veces se alían con los de la oposición para defender intereses comunes en el campo de mantenimiento de posiciones de poder económico y político.

Grandes sectores de la burocracia política de la Quinta Republica permanece aferrada tanto en ministerios como municipios, gobernaciones, bancas parlamentarias, a esta concepción y práctica del poder, dominada por el clientelismo, el autoritarismo y la corrupción . Podríamos afirmar, que si bien esos atributos eran típicos en las IV Republica, desde Punto Fijo, no solo se han infiltrado residualmente, en la mayoría de los organismos de poder, en todos los niveles, sino que se han expandido y fortalecido, en áreas claves no solo en lo económico sino también en los espacios político culturales, que para Gramsci son fundamentales en la lucha por la hegemonía , para desarrollar la “reforma intelectual y moral” y por lo tanto al nuevo “momento ético político” .

En el próximo punto del presente trabajo trataremos de avanzar sobre esta cuestión , crucial para que tanto el PSUV como los CPC , no sean destruidos en su proyección socialista y convertidos en organizaciones verticales autoritarias de tipo estalinista o clientar populista o en muchedumbres caotizadas seguidores de líderes erráticos y mesianicos



. LA LUCHA POR LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO, LA REFORMA CONSTITUCIONAL, LA EXPANSIÓN Y PROFUNDIZACIÓN DE LAS IDEAS FUERZA DEL PODER COLECTIVO



Rosa de Luxemburgo afirmó “el camino del socialismo está sembrado de derrotas, sin embargo conduce paso a paso hacia el triunfo definitivo” El referéndum convocado, en torno a la Reforma Constitucional, propuesta por el ejecutivo y la Asamblea fué indudablemene una derrota para las fuerzas que pretenden construir el socialismo en Venezuela y el resto de Latinoamérica. Sin embargo la derrota o el triunfo siempre deben ser discutidos crítica y autocríticamente . Trataremos d e hacerlo.

En el año 2004 a través de su vocero el presidente Chávez el Poder Bolivariano ha planteado que la única alternativa para romper la sumisión de latinomericana al imperialismo es el socialismo. Si entendemos que el socialismo supone como cuestiones fundamentales la lucha contra la desigualdad, la explotación, el autoritarismo y la exclusión , la corrupción y la reconstrución ético política de la sociedad civil debemos reconocer que ya desde 1999, algunas de estas cuestiones se han abordado dentro de los marcos de la Constitución, aprobada por la última Asamblea Nacional Constituyente . Sin embargo por más avanzada que sea una carta Magna, como dijimos un poco mas arriba puede que dar en letra muerta si no hay una sociedad civil clara y organizada militante el ejercicio de sus derechos, que exija su cumplimiento a los poderes públicos .

Si no es así, la norma queda reducida pura teoría, inoperante a una práctica que reproduce las formas residuales de aquello que se pretender combatir y erradicar profunda y definitivamente . Y también mucho de esto sucedió. Podríamos afirmar que una parte fundamental de los aparatos del Estado y la cúpula política reprodujeron en la V republica las aberraciones irrepresentativas y autoritarias de la IV republica. Los conversos tanto los provenientes de la derecha, como los del populismo adeco, como los desde la izquierda, trataron de asimilarse rápidamente al nuevo espacio de poder, para gozar de sus privilegios. Las misiones cumplieron en gran medida una función compensatoria , pero su propia condición las limita como potenciales sustitutos perdurables del poder

La proclamación de que el Socialismo del Siglo XXI como la única via posible para romper con la sumisión al poder hegemónico, fue la voz necesaria que unificaba la multiplicación de las múltiples voces dispersas(presentas y pasadas) de la rebelión en América latina).

El Poder Bolivariano a través del presidente Chávez , decidió jugar una carta fuerte apoyada en tres decisiones fundamentales La Reforma Constitucional, del desarrollo del PSUV, y la legitimación y legalización política de los Consejos Comunales

Es desde este objetivo que se proponen la modificación de 66 artículos que convierte la constitución votada en el 99 en una normativa de cambio mas profundo sobre todo en aquellas que ya citamos en el apartado anterior, la coexistencia de la propiedad privada con la creación de nuevas formas de propiedad colectivas, estatales y comunales, la abolición del trabajo alienado, a través d e miles de cooperativas y fábricas en cogestión y control obrero, la legitimación y legalización de un poder territorial participativo y comunitario a través d e los Consejos Populares, y el desarrollo de una educación para generar una cultura contra hegemónica y emancipadora. Pero además el poder bolivariano entiende a) que debe abolir las limitaciones a la reelección presidencial, y adoptar el modelo europeo según el cual el primer mandatario asume por tiempo indefinido, aunque transcurrido la mitad de su mandato este puede ser revocado si una porción significativa del electorado, considera que hay razones para que el mandatario sea sometido otra vez al veredicto de las urnas y b)profundizar los estados de excepción , o sea la supresión de las garantías constitucionales, cuando el poder ejecutivo decida que está amenazada la suerte del poder bolivariano

Los resultados electorales fueron desfavorables a esta reforma. Así la oposición logra una segunda “victoria de opinión” desde 1999, la primera fue el logro de las firmas necesarias para el revocatorio en el 2004. De todas maneras sin caer en una minimización desde una apego excesivo al cuantitativismo, podríamos reflexionar sobre algunas cifras .

El alto grado de abstención que llegó a cifras de alrededor de un 50 por ciento ( para la oposición el 49 ,para el gobierno el 52)


La abstención fue signficativamente mucho mayor en algunos sectores de barriadas populares (60-80) por ciento, que en muchas urbanizaciones del este de clase alta y media alta donde no llegó al.
20 por ciento

La diferencia de alrededor de 140.0000votos a favor del NO, no incrementó notablemente los 4 millones de votos que tradicionalmente sacó la oposición en las ultimas elecciones en las que fue derrotada por el poder bolivariano, aproximadamente por una diferencia de 3 millones de votos, que parecen haber desaparecido


La discusión de estas cifras requiere trabajar sobre algunas hipótesis políticas contextualizadas por aquellos aspectos, en permanente transición, del bloque histórico de la sociedad venezolana

En Aporrea (3-12-07) ..... aparecen declaraciones de José Vicente Rangel, en las cuales discute la afirmación del presidente Chávez sobre la inmadurez de pueblo venezolano para votar una reforma socialista . Para JVR, por el contrario . es un logro fundamental , que casi el 50 por ciento de al población votante haya optado por una reforma que contiene propuestas tan avanzadas políticamente . Desde nuestro punto de vista tanto Chávez como Rangel, tienen de alguna manera razón.

Vamos a discutir esta afirmación contradictoria ...Esta elección no ponía en juego la suerte del gobiernos, Se votaba por ideas, la continuidad del presidente no estaba en juego y es evidente que los rezagos del personalismo del poder unipersonal, son una inserción de la política burguesa que ha infiltrado desde siempre, el imaginario popular que no se puede extirpar fácilmente. Por más que el presidente se haya jugado y haya enfatizado la necesidad de votar por SI, solo pudo movilizar aquel sector que por convicción prax´stica entendió el significado político de la reforma constitucional.

Por otra parte es necesario reconocer que una recorrida por los batallones y por los consejos populares permitía tomar contacto con el descontento de muchos voceros que sostenían que se privilegiaba el accionalismo para logar votos por el SI, por encima de la construcción de una argumentación sólida para defender el contenido conceptual revolucionario de la Reforma constitucional

Es evidente que la oposición esta vez fue conducida por un a nueva vanguardia liderada por los estudiantes de las universidades y colegios no bolivarianos , salió a la calle y al mismo utlizó la gran mayoria de los medios nacionales e internacionales para machacar sobre aquellos aspectosd e la reforma que ellos pueden distorsionar para aterrorizar y confundir el imaginario popular , el tema de al reelección indefinida, el tema de la propiedad , el tema de los estados de excepción y naturalmente el tema de las reformas educativas . De todas maneras esto era previsible y si bien era muy difícil contrarestar la ofensiva mediática , tampoco los medios alternativos de los que dispone el poder bolivariano dieron la batalla con profundidad en estos aspectos . Podríamos resumir el punto afirmando que la maquinaria de la industria cultural se movió desde el pensamiento hegemónico utilizando todos sus recursos nacionales e internacionales , incluso la amenaza dela presumible violencia que iba desatar un presunto intentode fraude que s e iba a consumar desde el CNE para desconocer al también presunta abrumadora victoria de NO Sin embargo esto es solo una parte d e la cuestión, En esta etapa incipiente que vive la construcción del socialismo en Venezuela, los tres millones de votos ausentes, que representan en general sectores de las clases subalternas, no son un logro de la oposición a pesar d e su poderosa maquinaria nacional e internacional. En términos gramscianos en esta batalla por la lucha de la hegemonía , se enfrentaban el núcleo idelógico de la vieja hegemonía , que hizo jugar su poder nada despreciable sobre el imaginario venezolano, un poder histórico construidos sobre los mitos de la democracia y la libertad burguesa, que podían sucumbir ante el ataque de una “dictadura que quería copiar el modelo del castro comunismo”. Pero el poder hegemónico no esta solo radicado en la oposición, tiene aliados no demasiado invisibles , los mas importantes están y estaban radicados en el movimiento llamado genericamente chavismo . En parte de la Asamblea Nacional, en muchas e importantes alcaldías urbanas y rurales en los consejos municipales , Son todos aquellos para los cuales la VRepublica, debe permanecer en un status que les permita gozar de las formas de representatividad burguesa y de sus privilegios , son aquellos ligadas por negocios de todo tipo a la oposición , que sabotean todas las iniciativas que tienden a profundizar la tendencia hacia el cambio de hegemonía. Su rechazo al socialismo no puede ser explícito, pero son enemigos permanentes no solo de la reforma constitucional sino tambien de los organismos que luchan por la impopsición de la hegemonía de la clase subalterna Parafraseando a Mao podriamos decir que son lo que debemos enfrentar, el aspecto principal de la contradicción fundamental. Porque están entre nosotros no solo en los cargos políticos sino que pululan tratando de arrancar cuotas de poder y privilegio travestidos como representantes del pueblo, funcionarios asesores y mediadores. En realidad son el enjambre del que habla Negri , pero un enjambre mas o menos oculto -del cual fue vocero altamente calificado el general Baduel- que no avanza hacia al transformación sino hacia la oscuridad, la incertidumbre indefinida el caos y el sabotaje permanente al poder colectivo que se esta gestando en los Consejos Populares Comunalesy el PartidoSocialista Unificado,


Este sabotaje no es solo ideológico, es concreto y operativo sobre la economía y la prácticas políticas en la sociedad venezolana. Gramsci sostiene que, en momentos de crisis económica, una sociedad civil debilitada los sujetos sometidos a escases, inseguridad y amenazas de violencia, son destruidos en su subjetividad, se paralizan, y son incapaces de ejercer una acciónde voluntad colectiva para salir de la crisis.

Las semanas previas a el referendun sobre la Reforma a la constitución esta crisis afectó a toda la sociedad urbana y se extendió a los mercados populares, nada menos que en el área d e lo alimentos básicos Es evidente que el Presidente no midió con justeza en que medida la falta de profundidad en las transformaciones de la economía venezolana, como factor estructural, unido a la incapacidad conceptual y política de su comando de campaña, a la incapacidd ideológico estratégica y de la lealtad de muchos de sus ministros, funcionarios y asesores, podía generar el tremendo vacío de tres millones de votos que provocan la primera derrota electoral al Poder Bolivariano.

La oposición ha encontrado una vanguardia , es nueva joven estudiantil y probablemente volátil, que además marca el flanco débil de la política del poder bolivariano en el espacio de las grandes universidades autónomas que tambien es un frente de lucha cultural, y no de poca importancia. Esto debe preocupar al Poder Bolivariano O sea que debe preocuparnos la inconsistencia de nuestra propia vanguardia. Su flotabilidad y falta de percepción real de las condiciones estructurales para la lucha política. Pero por otra parte es cierto que una verdadera vanguardia surge de la negación de su excepcionalidad solo de las entrañas orgánicas del poder colectivo o sea solo del profundización y constitución definitiva del Partido, los Consejos Populares y también de un movimiento sindical que hoy lamentablemente aparece fragmentado, y diluído en su capacidad política lo que genera un vació muy importante en la consolidación de las potencias orgánicas para la construcción del socialismo


Textos citados y de referencia

Gramsci, Antonio “ Quaderni del.Carcere”.. 1932-34 . Torino Einaudi 1975

Agamben, Giorgio. “El Estadode excepción”,trad. Falvia Costa e Ivana Costa, Buenos Aires, AH Editora 2004

Benjamin , Walter “ Discursos Interrumpidos” , Buenos Aires, Taurus 1991

Benjamín, W. “Diario de Moscú “trd. L. M. De Velazco Buenos Aires ,Taurus 1990

Horkheimer, Max, .Adorno, T.W. “Dialéctica del Iluminismo”trad. A. Aguilera Bs. As Edit Sur. 1970

Calello. Hugo. “Gramsci del Americanismo al Taliban”, Altamira 2003,Buenos Aires., pag 227

Neuhaus,Susana, Calello,Hugo.” Hegemonía y Emancipación, fábricas recuperadas, movimientos sociales y poder bolivariano”Herramienta Bs. As 2007

Calello, Hugo, “Gramsci del Americanismo al taliban”,Altamira Bs. As. 2003

Texto completo

ACTUALIDAD DE LA REVOLUCIÓN Y AD-VENIR DEL SOCIALISMO

Anotaciones desde una perspectiva marxiana (y latinoamericana) ·

Aldo Casas ··

¿Es correcto seguir hablando de la actualidad de la revolución en esta fase histórica signada por una relación de fuerzas desfavorable y el notorio déficit teórico y estratégico de los trabajadores en general y las organizaciones de izquierda en particular? Y en tal caso ¿qué “rango” o alcance tiene semejante caracterización? ¿Qué conclusiones prácticas pueden derivarse? Creo que en torno a estas cuestiones puede desarrollarse una fecunda discusión y espero que este artículo ayude a suscitarla. No constituyen un ensayo acabado, sino más bien anotaciones que resultan de un doble empeño: elucidar el curso de la lucha de clases en Latinoamérica con la ayuda de una determinada perspectiva marxiana y re-pensar esta tradición teórico-política para desarrollarla en función de responder los desafíos de la lucha de clases en lo que algunos estudiosos consideran nuevo “momento constitutivo” de las sociedades latinoamericanas, desafíos cuyo su desenlace podría fundar por largo tiempo el “modo de ser” del continente.[1]

El horizonte marxiano (mirando desde el sur)
No se me escapa que existen diversos “marxismos” y que el legado de Marx mismo es polémico y polifónico. Un Marx empeñado en asimilar y discutir con la ciencia de su época; un Marx que utiliza y discute la rica tradición filosófica que suele denominar deutschen Wissenchaft (o sea, “ciencia alemana”) para resistir la avasallante influencia del positivismo; un Marx que discute con los dirigentes obreros de su época, con su amigo-colaborador Engels y consigo mismo. Un Marx que no se concede reposo en la permanente tarea de interpretar y combatir los fetiches y enigmáticos desplazamientos del capital, siempre presentes y siempre cambiantes. Considero además insensata la pretensión de volver a un Marx “puro”, como si no existieran las mil y una lecturas e interpretaciones que alentó, inspiró o posibilitó, como si pudieran ignorarse las prácticas políticas que durante un siglo y medio fueron referenciadas para bien y para mal (sobre todo para mal) con su obra. En suma, es inevitable que el “marxismo” exista a través de interpretaciones, porque lo que Marx legó en gran medida fue un lenguaje, una empresa crítico-revolucionaria, un proyecto abierto, un combate en desarrollo.

Digo entonces que, como parte de ese combate que se libra en múltiples frentes y tiene desarrollos en gran medida imprevistos, “mi” interpretación (una interpretación colectiva, como es obvio) recupera y destaca los trazos gruesos de un marxismo que no es liberticida sino, mas bien, libertario. Y que, por añadidura, se asume “situado”: como en todo el mundo, pero más que en el resto del mundo, nuestro marxismo anticapitalista debe ser apuntado también y al mismo tiempo contra el eurocentrismo y la colonialidad del poder.[2]

En el comienzo, fue la crítica…
Para inscribir estas notas en el horizonte más general de la reflexión marxiana que reivindicamos, es conveniente comenzar por refutar, una vez más, la persistente leyenda que utilizando expresiones ocasionales o sacadas de contexto insiste en presentar a Carlos Marx como el fundador de una “Filosofía de la Historia” teleológica, orientada por la supuesta ineluctabilidad del comunismo. Por el contrario, el conjunto de su trabajo constituye un formidable y perdurable aporte a la comprensión de la humana autoconstrucción condicionada de la historia, integrando la tensión entre el carácter teleológico de los actos individuales y la causalidad que opera a nivel de la reproducción social total.

Nuestro Marx tampoco es el artífice de una nueva concepción económica destinada a competir con los teóricos de la burguesía o fundar una supuesta “economía socialista”. Lo que muchos consideraron una obra “económica” fue en realidad una crítica continuamente renovada, y no sólo de la “economía política”. Marx, como bien señala Jean-Marie Vincent:

no podía conformarse con criticar tal o cual tesis de Adam Smith o de Ricardo: debía también elucidar la relación de la economía en tanto realidad social, en cuanto construcción social de representaciones y como conjunto simbólico opaco e opresivo […] la crítica de la economía política no puede ser una teoría económica mejor ni la búsqueda de leyes positivas de la economía. Sólo puede ser otra manera de pensar la economía o, más aún, otra manera de pensar las relaciones entre actividad teórica y sociedad. [3]

Tan ambicioso fue su empeño crítico, que estuvo lejos de llevarlo hasta el fin. En primer lugar porque Marx no escribió ese libro llamado El capital, sino que fue más bien el autor de cuatro redacciones de El capital: todas distintas y todas inacabadas.[4] En segundo lugar, porque la expansión del capital nunca se detuvo y “el hacerse mundo del capital, que es también el hacerse capital del mundo” pone de manifiesto que limitaciones que en otros momentos pasaron inadvertidas.[5]

Sin embargo, nada de eso opaca su formidable legado: Marx develó las razones por las cuales el capital (relación social a través de la cual el objeto producido deviene sujeto y comando sobre el productor) implica la incontrolabilidad de la vida social. Esta escisión antagónica produce y reproduce continuamente el fetichismo y la alienación que se proyectan desde la mercancía y el dinero hasta el Estado. Penetrando más allá de las apariencias, pudo asimismo advertir que la igualdad política de los ciudadanos encubría las desigualdades sustanciales que existen en la sociedad capitalista “pues el poder político es precisamente la expresión oficial de la contradicción de clase dentro de la sociedad civil.” [6] De allí, finalmente, la comprensión de que la emancipación humana implica quebrar esa dominación del capital, revolucionando también el poder político que, disueltos los antiguos lazos de dependencia personal característicos del feudalismo, se construyó (y se recrea permanentemente) sobre la base del antagonismo moderno. La trayectoria que va desde sus escritos juveniles a los trabajos póstumos es inconmensurable, original y en continuo desarrollo. Ello fue así, en gran medida, porque la crítica de Marx fue siempre radical, y ello en un sentido muy preciso que es preciso rescatar:

Es cierto que el arma de la crítica no puede sustituir a la crítica de las armas, que el poder material tiene que derrocarse por el poder material, pero también la teoría se convierte en poder material tan pronto como se apodera de las masas. Y la teoría es capaz de apoderarse de las masas cuando argumenta y demuestra ad hominem, y argumenta y demuestra ad hominem cuando se hace radical. Ser radical, es atacar el problema por la raíz. Y la raíz, para el hombre, es el hombre mismo.[7]

Revolución social, comunismo, auto-transformación


Partidario de la revolución social, Marx asumió la necesidad de la lucha política sin dejar de lado una crítica sustancial de la misma. A la idealización de la política como supuesto terreno de comunicación y realización humana, opuso la sólida convicción de que constituía en realidad una “mala mediación”. No superación, sino mas bien expresión de las limitaciones materialmente ancladas en el antagonismo social que impiden a los hombres manifestarse plenamente como tales.

Desde los tempranos textos que reflejan y expresan su pasaje al comunismo, Marx aporta (¡revolución en la revolución!) un enfoque innovador tanto de la revolución como del comunismo. Lejos de considerarse el profeta de un paradisíaco tiempo futuro, sostuvo que “el comunismo no es un estado que deba implantarse, un ideal al que haya que sujetarse la realidad. Nosotros llamamos comunismo al movimiento real que anula y supera al estado de cosas actual.”[8] Y en el Manifiesto se repite:

Los comunistas […] No proclaman principios especiales a los que quisieran amoldar al movimiento proletario […] Las tesis teóricas de los comunistas no se basan en modo alguno en ideas o principios inventados o descubiertos por tal o cual reformador […] No son sino la expresión del conjunto de las condiciones reales de una lucha de clases existente, de un movimiento histórico que se está desarrollando ante nuestros ojos.[9]

Basta escribirlo, para advertir que existe un abismo entre esas palabras y la mayor parte de lo dicho y hecho por las grandes fuerzas políticas que actuaron en su nombre durante un siglo y medio. Pese a lo cual (o tal vez precisamente por eso) pienso que es tiempo de retomar la perspectiva comunista postulada no ya como un modelo social impuesto (y fracasado), sino más bien como realidad en devenir.

Por su trascendencia, la cuestión merece un examen detenido. Para Marx (y así debe ser también para nosotros) la revolución es emancipación de los oprimidos, o deja de serlo. Revolución es, por lo tanto, empeñarse en una transformación total: la creación de una nueva sociedad.[10] Porque el mundo del capitalismo nos expropia, nos desvaloriza y tiende a convertirnos en nada, debemos cambiar todo, y nadie puede hacerlo por nosotros. Como Marx y Engels sostuvieron desde 1840, y lo inscribiera en sus Estatutos la Asociación Internacional de los Trabajadores, en los albores del movimiento: “la emancipación de la clase obrera debe ser obra de la clase obrera misma”. Pero este principio nos enfrenta con un desafío que parece casi insuperable: debemos generar masivamente la conciencia de que se necesita ese cambio total, realizando para ello y al mismo tiempo dicho cambio… Marx lo “resumió” de una manera tan elocuente como enigmática escribiendo:

que, tanto para engendrar en masa esta conciencia comunista como para llevar adelante la cosa misma, es necesaria una transformación en masa de los hombres, que sólo podrá conseguirse mediante un movimiento práctico, mediante una revolución; y que, por consiguiente, la revolución no sólo es necesaria porque la clase dominante no puede ser derrocada de otro modo, sino también porque únicamente por medio de una revolución logrará la clase que derriba salir del cieno en que está hundida y volverse capaz de fundar la sociedad sobre nuevas bases.[11]



¿Cómo resolver el acertijo? Puede ayudarnos prestar la debida atención al “movimiento histórico que está se está desarrollando ante nuestros ojos”, por cuanto en América Latina se está produciendo una confusa pero vital irrupción de las clases subalternas, animando movimientos y prácticas sociales con una potencia que, mas allá de ambigüedades y contradicciones, contrasta con la continuada y repetitiva descomposición de las políticas “institucionales” (sirvan como ejemplo los discursos de los partidos de “izquierda” y “centroizquierda” en el llamado Foro de San Pablo, o la orientación de los gobierno de Lula, Tabaré o Bachelet…). Y son muchos los movimientos sociales que, chocando con las políticas represivas o clientelares del poder establecido, advierten que “la política está en otra parte”, buscan articular “otra política” y exploran formas de democracia directa a través de las cuales individuos de concretas comunidades deliberan y resuelven de manera colectiva cuestiones atinentes a su vida cotidiana y existencia material… No es correcto idealizar estas diversificadas experiencias y construcciones, como suelen hacer algunas vertientes del “autonomismo”, porque es evidente que en ningún caso han logrado “soluciones” duraderas y tras cualquier conquista parcial los problemas de la explotación y opresión apremian como siempre. Sin embargo, es preciso asumir y reivindicar estos movimientos y luchas por algo que, siendo muy sencillo y aún evidente, muchos izquierdistas dogmáticos y sectarios no pueden entender: estos movimientos sociales no han resuelto los problemas de fondo, pero sí han comenzado a cambiar el terreno y los términos en que dichos problemas se plantean. Su gran importancia reside en que constituyen genuinas aproximaciones a una práctica revolucionaria, y en este sentido preciso podremos ayudar a desarrollarlas asumiendo esta preciosa indicación de Marx: “La coincidencia del cambio de las circunstancias y de la actividad humana o auto-cambio sólo puede ser entendida y racionalmente comprendida como práctica revolucionaria.”[12]



La clave es entender y asumir la práctica revolucionaria. Esto debe prevenirnos contra la aceptación ingenua de “lo dado” (como si el grado de organización y acción en cada momento fueses genuina expresión de los intereses y voluntad de los trabajadores), así como también contra la no menos simplista idea de que todo se resuelve con “la lucha”. Porque si es cierto que todas las luchas son importantes, pero no es menos evidente que por sí mismas no indican un camino, no destruyen el fetichismo y las representaciones socialmente aceptadas bajo las cuales (mal)vivimos. La experiencia histórica nos indica que ni siquiera los momentos de grandes convulsiones y crisis del orden establecido aseguran el pasaje a nuevas prácticas y a otra visión de la sociedad y el mundo, porque estas construcciones sociales no caen del cielo, ni de alguna inspirada consigna. Requieren una esforzada preparación revolucionaria que, bueno es aclararlo, no puede ser aportada ni dirigida “desde afuera”. Citando nuevamente a Jean-Marie Vincent:

las acciones colectivas deben ser, permanentemente, transformadoras de las relaciones en que están insertos los grupos sociales y los individuos explotados. Las acciones colectivas, incluso cuando son defensiva, no deben limitarse a lo inmediato, sino poner en movimiento procesos que apunten a cambiar en profundidad los posicionamientos de unos y otros.

Y se requiere también

una lucha contra la fragmentación de los puntos de vista poniendo en evidencia sus enlaces, una lucha por la totalización de experiencias dispersas, contra las separaciones fetichistas entre política y economía o vida privada y vida pública. Y todo esto debe ser claramente dirigido contra la vida que no vive, contra la vida que no se vive sino es olvidándola, y retomando el tema de cambiar la vida mediante el cambio de las prácticas y mediante la transformación de los individuos y sus relaciones.[13]



Libertad comunista
Pienso que la batalla por el comunismo así asumida es consustancial de una concepción y reivindicación de libertad que desborda el enfoque liberal de la libertad individual contingente y potencia la tendencia de los hombres a liberarse de la necesidad para reapropiarse de una libertad verdadera y socialmente compartible. Y encuentro que semejantes perspectiva y tendencia palpitan en las nuevas formas de organización y lucha que irrumpen “desde abajo y a la izquierda” (el dicho es de los zapatistas) a lo largo y ancho de nuestro continente. Este aspecto del combate adquiere gran importancia por una suma de razones, que van desde la necesidad de enfrentar los ominosos mecanismos de vigilancia y represión que las potencias “democráticas” han puesto en marcha en el marco de la infinita “guerra contra el terrorismo”, el balance enteramente crítico que debe merecernos el carácter opresivo y represivo que tuvieron los regímenes del mal llamado “socialismo real”, así como también, last but not least, el burocratismo autoritario que se ha impuesto y reina en prácticamente todas las grandes organizaciones políticas y sindicales del movimiento obrero.

Debemos retomar y valorar el combate por la libertad. Giuseppe Prestipino, que aborda con profundidad y rigor esta cuestión, recuerda que ya el Manifiesto definía al comunismo como “una asociación en la que el libre desenvolvimiento de cada uno será la condición para el libre desenvolvimiento de todos.” [14] Repasa luego los aportes de marxistas que reconociendo el valor no contingente de algunas “libertades negativas”, privilegiaron muy justificadamente la lucha por una libertad positiva entendida como la libertad común de cada uno y de todos, que incrementa la de todos y cada uno. Y presenta la noción de la libertad comunista en éstos términos: la libertad (de hacer, de tener, de saber, de deliberar) que consigo para mí es mayor si todos la obtienen igualmente e, inversamente, si no oprimo directa o indirectamente a otro, también yo soy mas libre; si el otro no es un sujeto alienado, mayor será también mi dignidad.

El reconocimiento marxiano de la libertad, concebida sobre todo como tendencia o movimiento, tiene diversas facetas o niveles. Libertad, como conciencia y manejo de la necesidad, con la mediación dialéctica del trabajo. Libertad, como conquistada libertad común de los individuos asociados… Y es un progreso teórico y político advertir que la libre voluntad se verifica también y sobre todo en el reconocimiento, no ya de la necesidad, sino de los posibles.[15] Gramsci en particular subrayó que la voluntad política deja de ser un registro de supuestas necesidades unívocas, para convertirse ella misma en uno de los llamados “factores objetivos”, elevándose al nivel de una voluntad capaz de hacer una síntesis entre sí misma y el conjunto de los condicionamientos objetivos. Afirmando que la libertad es la dialéctica de toda la historia humana, pero que en determinado momento histórico se hace también “conciente de serlo”, nos indica que a la dialéctica entre necesidad y libertad se suma una dialéctica superior entre libertad “objetiva” y conciencia “subjetiva” de la libertad.[16]

En suma, la marxiana crítica de las libertades formales no conduce al “liberticidio”, sino a la conjugación de las “libertades menores” en una libertad mayor que es la libertad de contribuir a la construcción de una “voluntad general” capaz de revolucionar el actual ordenamiento social, lo que exige un genuino pluralismo socialista:

la condición elemental para la puesta en practica de de los principios de una transformación socialista […] es la producción de una conciencia de masas socialista como única forma factible del auto desarrollo de la acción en común. Y esta última, claro está, tan sólo puede surgir de los constituyentes verdaderamente autónomos y coordinados (no dominados y manipulados jerárquicamente) de un movimiento inherentemente pluralista.[17]



Ir más allá del capital.



Si queremos hacer la revolución, debemos se capaces de impulsar una práctica revolucionaria incluso bajo relaciones de fuerza desfavorables, y mantener en todo momento presente la perspectiva histórica que explicitada por Marx. El capitalismo como sistema conformado históricamente (y el sistema de metabolismo social del capital, a otro nivel de análisis) se basan en una especie de trípode, cuyos pilares constitutivos son el capital, el trabajo asalariado y el Estado. Ricardo Antunes ha escrito que tanto la teoría como la experiencia histórica que deja la desaparición de la URSS indican que el multiforme enemigo contra el cual se levantan nuestros pueblos “no puede ser superado sin la eliminación del conjunto de los elementos que comprenden este sistema. No basta con eliminar uno o dos de sus polos. El desafío es superar a los tres elementos, entre los que está incluida la división social jerárquica del trabajo, que subordina el trabajo al capital.”[18] En igual sentido, el cubano Guillermo Valdés Gutiérrez no dice que “el reto del socialismo es ir mas allá de la lógica del capital, superar lo que llamamos sistema múltiple de dominación del capital.”[19]

Por otra parte, para lograrlo no basta con una perspectiva histórica, por correcta que sea. Es preciso ayudar a construir desde abajo una alternativa política que vaya más allá del capital, y debemos evitar las formas de organización y acción que, incluso sin quererlo, vuelven a encerrarnos en los marcos de la vieja política, con sus prácticas e instituciones. Formular otra política comienza por advertir que (mas allá de las dispares formas y contenidos que asume en cada uno de nuestros países) existe una profunda “crisis de la política”. Es una crisis de legitimidad articulada con la crisis estructural del capitalismo como modo de reproducción metabólica social que implica también la crisis de sus marcos estatales de regulación y control. Como resultante mas o menos imprevista de esta crisis estructural, de la descomunal ofensiva en que el capital está empeñado desde la “revolución conservadora” de los años ’80 y de las resistencias que la misma despierta, asistimos a un cambio histórico en las condiciones del antagonismo entre capital y trabajo, y a lo que algunos llaman crisis civilizatoria. En Latinoamérica esto se siente con particular agudeza, y empuja a que explotados y oprimidos busquen nuevas y diferentes formas de reivindicar sus intereses vitales. De hecho, por primera vez en la historia se revela imposible mantener una muralla entre reivindicaciones inmediatas y objetivos estratégicos generales (separación que en el pasado facilitó diversas mistificaciones que contribuyeron a bloquear al movimiento obrero tradicional y lo condujeron al callejón sin salida del reformismo). Se coloca en la agenda histórica de “los de abajo” el imperativo impostergable de dar pasos hacia el control de un orden social metabólico alternativo a las contradicciones crecientemente destructivas del capital, lo que implica ir poniendo en pié las mediaciones políticas y materiales que para ello sean necesarias en cada situación concreta.[20]

Transiciones en Latinoamérica
En los diversificadas y complejos procesos de lucha de clases que recorren nuestro continente, debemos prestar particular atención a lo que llamo el ad-venir del socialismo. Quiero decir, recuperar la capacidad de escudriñar la realidad de modo tal que nos permita contribuir a que, “en la lucha contra el actual estado de cosas” se afirmen elementos, bases o puntos de apoyo de una socialidad distinta… Esto constituye un punto de referencia decisivo: no tanto lo que estaría por-venir en algún indeterminado momento futuro, sino lo que ya está ocurriendo, lo que hoy mismo está incorporándose a la realidad con las luchas y reclamos de la gente. Pensar en el ad-venir del socialismo enriquece la perspectiva y la concepción misma de transición adquiere nuevas dimensiones, en relación con la tarea de pensar y explorar formas de lucha y de organización, maneras de producir y de establecer relaciones sociales radicalmente distintas para enfrentar la crisis en su doble dimensión de crisis estructural del capital y crisis civilizatoria.

Lo que ha venido ocurriendo en Venezuela es muy ilustrativo y, como escribe Miguel Mazzeo

La Revolución Bolivariana nos convoca a pensar-actuar en términos de transición, costumbre que había caído en desuso, categoría de arriesgada frecuentación. El pasaje de la necesidad a la libertad no se puede concebir como un acto único, abrupto y unidireccional. Existen mediaciones. Y existen porque el proceso de construcción del socialismo no se desarrolla en el vacío, sino en el marco de una determinada realidad histórica. La conciencia de amplios sectores que están protagonizando la revolución es auspiciosa: se ven a sí mismos transitando los primeros tramos de un proceso de construcción contra hegemónica.

La transición venezolana tuvo, tiene y tendrá brillos y opacidades. Jamás podrá ser lineal e incontaminada, dado que se trata, nada mas y nada menos, de salir del capitalismo, de su cultura totalizante, de sus lógicas que combinan la explotación, la dominación y la reproducción. Se trata de construir una visión latinoamericana del socialismo y un nuevo paradigma emancipador.[21]

Se podrá replicar que nada de eso se parece a la Revolución de de Octubre de 1917, ni a la Revolución China, ni a la Cubana; se dirá que no existen ni Partido Bolchevique, ni Ejército Popular de Liberación, ni Comandancia Guerrillera... Es cierto, y sin embargo, allí está la revolución: casi diría que no parecerse a las anteriores no representa una carencia sino una confirmación adicional de su potencialidad. Después de todo, fue Marx quien nos previno que, lejos de sujetarse a cualquier “modelo” las revoluciones proletarias

se critican constantemente a sí mismas, se interrumpen continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía terminado, para comenzarlo de nuevo desde el principio, se burlan concienzuda y cruelmente de de las indecisiones, de los lados flojos y de la mezquindad de sus primeros intentos.[22]

Por lo tanto, debemos estar dispuestos a reformular nuestras hipótesis estratégicas. Sobre esta cuestión, conviene comenzar con una doble delimitación. Discrepo con quienes insisten en llamados (de manera abstracta e intemporal, por añadidura) a “la toma del poder”, porque teórica y prácticamente se ha puesto en evidencia que ni “el poder” ni “el Estado” pueden ser tratados como una cosa u aparato que deberíamos arrebatar a la burguesía y poner a funcionar para la revolución. Tampoco coincido con la formulación de “cambiar el mundo sin tomar el poder”, porque deja de lado las mediaciones necesarias para enlazar la idea de la revolución con las exigencias de un combate efectivo contra el capital y su Estado y porque se desentiende de la batalla por construir la fuerza o bloque social contrahegemónico con el poder de cambiar el mundo.

Personalmente, me considero tributario de la rica tradición teórico-política del “consejismo” en su más amplio sentido[23] y de las “lecciones” derivadas de una extensa experiencia latinoamericana.[24] Pero precisamente porque valoro todo ello, siento que insistir en la idea mas o menos clásica del “doble poder”[25] tiene limitada utilidad. A la luz de la situación, experiencia y conciencia actual del movimiento obrero, es muy poco creíble la perspectiva cultivada por pequeñas organizaciones que privilegian su fortalecimiento por encima de cualquier otra construcción, suponiendo que, llegado el momento, la crisis hará que broten organismos de tipo soviético listos para que “la dirección revolucionaria” los conduzca en el asalto al poder. Por otra parte, incluso si admitiéramos que por alguna imprevisible combinación de circunstancias se concretara tan improbable hipótesis, cabe preguntarse: ¿semejante “poder” tendría realmente la capacidad de impulsar la reconstrucción radical de la sociedad? Creo que la respuesta debe ser negativa. Y digo que debemos apostar y aportar, en cambio, a un proyecto que articule utopía y realismo de un modo original: un realismo a largo plazo, que nos prepare estratégicamente para librar una batalla de muy largo aliento, hasta forzar un cambio general en la correlación de fuerzas que permita infligirle derrotas decisivas al capitalismo imperialista. Y una utopía “corta” que nos permita “soñar con los ojos abiertos” al afrontar las tareas inmediatas, asumiéndolas con espíritu insumiso y buscando en cada fisura o grieta del sistema, tal y como ya se dijo, ir mas allá del capital.[26]



Esto implica, por ejemplo, contribuir desde ahora la tarea de construir contra-poderes o instancias de poder popular, organismos de carácter unitario capaces de impulsar a nivel local o sectorial prácticas alternativas tendencialmente en ruptura con las mediaciones del mercado y el Estado, que se empeñen en articular las diversas organizaciones con actuación en un mismo territorio y busquen coordinarse con otros similares hasta desarrollar una auto-organización nacional, eventualmente capaz de enfrentar la autoridad del Estado. Obviamente, se tratará de un complejo proceso jalonado por enfrentamientos, progresos y derrotas cuyo detalle es imposible prever anticipadamente. La apuesta reside en que la construcción de estas expresiones de poder popular (u obrero-popular), que adquirirán seguramente formas organizativas y denominaciones diversas y cambiantes, permita asumir y dar relativa estabilidad a experiencias que apunten a la reapropiación comunitaria de las condiciones de existencia y praxis social, a escala creciente, en un movimiento que será también afirmarse como fuerza social y política con un poder que nace de la reapropiación y gestión democrática de diversos engranajes de la vida social (emprendimientos productivos, cooperativas, gestión de determinados servicios públicos, experiencias de control y autogestión revolucionaria, asociaciones culturales, etcétera). Así concebida, una hipótesis estratégica de construcción de poder popular podrá enlazar, en un mismo proceso: a) el empeño por contrarrestar la actual disgregación y heterogeneidad de la-clase-que-vive-de su-trabajo, asumiendo un combate social-político que desborde todo “corporativismo”, b) el desarrollo de una subjetividad revolucionaria y c) la construcción de organizaciones populares autónomas capaces de ganar reconocimiento y fuerza. Esta fuerza del poder popular podrá tener diversas formas y manifestaciones, pero en todos los casos surgirá de la creación de nuevos lazos sociales entre los oprimidos y explotados, al resistir juntos las presiones del capital y desplegar comunicaciones ajenas a los dictados del el mercado y la lógica de la valoración.



Esta orientación permitiría también enlazar el trabajo paciente apuntado a cambiar una desfavorable relación de fuerzas entre las clases, con la audaz afirmación de la actualidad de la revolución y el impulso de lo que he denominado ad-venir del socialismo. Como bien escribe Valdez Gutiérrez: “De los pequeños, continuos y diversos saltos que demos hoy en nuestras luchas cotidianas y visiones de sociedad, emergerá el salto cultural-civilizatorio que nos coloque en esa deseada perspectiva histórica que rescatará y dignificará al socialismo en este siglo.”[27]

Diré para terminar, con José Carlos Mariátegui: “No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano”. Sin olvidar, como el mismo Amauta nunca lo olvidó, que no podremos hacerlo solos. La empresa es internacional e internacionalista.



--------------------------------------------------------------------------------

· Una primer versión de estas reflexiones, enviadas como aporte a la discusión organizada los días 9 y 10 de diciembre de 2006 en París por las revistas Carré rouge, A Contre-Courant, L’Emancipation Sociale y  l’Encontre, fue publicada en Nuevo Rumbo nº 22. Considerablemente modificado, el presente artículo sigue siendo un material de trabajo más que la exposición de posiciones acabadas. Agradeceré comentarios y observaciones: aromero@herramienta.com.ar

·· Integrante del Consejo de redacción de Herramienta y miembro de del colectivo Cimientos.

[1] Categorías de René Zavaleta, tomadas de José Gandarilla: Globalización, totalidad e historia. Ensayos de interpretación crítica, Buenos Aires, Ediciones Herramienta-UNAM, 2003, pág. 88.

[2] Ver “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina” de Aníbal Quijano, en Edgardo Lander (compilador): La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociale. Perspectivas latinoamericanas. Buenos aires, CLACSO, 2000.

[3] Jean-Marie Vincent: Un Autre Marx. Après les marxismes, Lausana, Ed. Page deux, 2001, págs. 98 y 100.

[4] Enrique Dussel: La producción teórica del Marx. Un comentario a los Grundrisse; Hacia un Marx desconocido. Un comentario de los Manuscritos del 61-63; El último Marx(1863-1882) y la Liberación Latinoamericana, México, Siglo XXI editores, 1985, 1988, 1990.

[5] Vayan dos ejemplos: István Mészáros advierte la carencia de una teoría de la transición y para suplirla escribe
Más allá del Capital. Hacia una teoría de la transición, Valencia-Caracas, Vadell ed., 2001; Alain Bihr, en La reproduction du capital (2 tomos), Lausana, Ed. Page deux, 2001, se propone profundizar la crítica de la reproducción del capital como relación social y las mediaciones “extraeconómicas” que ella implica .

[6] Carlos Marx: Miseria de la filosofía, Buenos Aires, Ed. Cartago, 1987, pág. 137.

[7] Carlos Marx, “En torno a la crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel, y otros ensayos” en C. Marx -F. Engels: La sagrada familia, México, Ed. Grijalbo, 1984, pág. 10.

[8] Ídem, pág. 37.

[9] C. Marx y F. Engels: Manifiesto Comunista, Buenos Aires, Ed. Pluma, 1974, págs. 79 y 80.

[10] Ver Marx, Miseria de la Filosofía, Buenos Aires, Ed. Cartago, 1987, pág. 137.

[11] C. Marx y F. Engels, La ideología alemana, Buenos Aires, Ed. Pueblos Unidos, 1975, pág. 82.

[12] La cita corresponde a la tercera de las “Tesis sobre Feuerbach”. Georges Labica destaca la importancia de la palabra “auto-cambio” [Selbstveränderung], que fuera omitida en la versión corregida por Engels, y explica: “El cambio es auto-cambio. La práctica revolucionaria lo evidencia, porque es su realización […] La auto transformación es el proceso ininterrumpido de la revolución, siempre operativo en la práctica […] Acá está el origen de la idea de auto-emancipación del proletariado.” (en: Karl Marx. Les Thèses sur Feuerbach, París, PUF, 1987, págs. 55-65).

[13] Jean-Marie Vincent, Revista Viento Sur Nº 78, diciembre 2004, www.vientosur.info

[14] Giuseppe Prestipino, Realismo e Utopia, Roma, Ed. Riuniti, 2002, pág. 91.

[15] Ob. cit. Especialmente “Discorrendo de comunismo e libertá”.

[16] Antonio Gramsci: Cuadernos de la cárcel, México, ERA-Univ. de Puebla, 6 tomos 1981-1999, Vol. 4, pág. 130.

[17] István Mészáros: Más allá…ob. cit., pág. 799.

[18] Ricardo Antunes: Los sentidos del trabajo, Buenos Aires, Ed. Herramienta-TEL, 2005, pág. 203.

[19] Guillermo Valdez Gutiérrez: “Desafíos de la sociedad Más allá del capital”, Revista cubana de filosofía. Edición digital Nº 7, septiembre-diciembre 2006, http://www.filosofiacuba.org

[20] István Mészáros: El Siglo XXI ¿Socialismo o Barbarie?, Buenos Aires, Ed. Herramienta, 2003, págs. 90/92.

[21] Miguel Mazzeo: “La revolución bolivariana y el poder popular”, en Nora Ciapponi, Guillermo Cieza y otros: Venezuela ¿la revolución por otros medios?, Buenos Aires, Dialektik Ed., 2006, pág. 51.

[22] Carlos Marx, El dieciocho brumario de Luis Bonaparte, Buenos Aires, Ed. Polémica, 1972, pág. 20.

[23] Incluyo en esta “tradición” tanto a la experiencia “soviética” teorizada por Lenin y Trotsky, como a sus críticos “izquierdistas” –Luxemburgo, Korsch, Mattik…- y al original enfoque de Gramsci.

[24] Algunos ejemplos: los “Cordones Industriales” en Chile, en Bolivia la COB y sus milicias o posteriormente la CSUTCB y su control territorial. Y en la Argentina, desde los “Plenarios con barra de las 62” y Huelgas generales en tiempos de la resistencia peronista, a las “ocupaciones” o “toma de fábricas con rehenes” durante la década del 60 y los desarrollos que con la marca del “clasismo” culminaron en las “Coordinadoras” de 1975.

[25] Entendida como situación excepcional, limitada al momento de crisis revolucionaria y que muy rápidamente debe resolverse en el pleno restablecimiento del poder burgués o la victoria político-militar del “soviet”.

[26] El párrafo retoma una formulación de Edgardo Logiudice, inspirada a su vez en algún pasaje del ya citado libro de Prestipino... Pero se trata de una “libre interpretación” de la que soy único responsable.

[27] Gilberto Valdez Gutiérrez, ob. cit.

Texto completo